sábado, 14 de abril de 2012

Cuestión de prioridades.

Eso es, cuestión de prioridades, valorar lo que realmente vale la pena y  no tirarlo todo por la borda por un ratito de diversión. ¿Y que es lo que de verdad vale la pena? muy simple, él. Él vale la pena y no me hace falta conocerme toda su vida para saberlo. Sé que su color favorito es el azul, que me tiene reservado un hueco en su cama porque ya no quiero noches sin compartir almohada, que solo come helados de limón, que le gustan las fresas con nata, que tiene la buena suerte de que  siempre llueva cuando pita  un partido y yo tengo la suerte de estar ganandome un hueco en su vida. También sé que puede ser la persona mas dulce cuando tiene que serlo, y siempre sabe como arreglarlo cuando me pica, que por cierto le encanta. y a mi posiblemente me encante él. No me hace falta un millón de razones para saber que esto vale la pena.